Mascarilla epidérmica

ACEITE DE ZANAHORIAS: Reparación, cicatrización y regeneración. Antioxidante natural que combate los radicales libres, responsables del envejecimiento, principalmente manchas, arrugas y falta de luminosidad. Mejora la firmeza.

ALOE VERA: Acción antiinflamatoria, propiedades antialérgicas, con efectos analgésicos. Antiséptico que ayuda al sistema inmunológico, y que favorece a la cicatrización. Queratolítico que promueve la regeneración celular. Acciones antibacterianas, antivír

ALOLVA: Potente humectante, además tiene la capacidad de limpiar profundamente ablandando los abscesos y eczemas. Para conseguir extraer todo el material tóxico y detritus de los tejidos. Elimina marcas de acné y responde como antiinflamatorio.

ACIDO HIALURÓNICO: Capacidad especial de hidratación, procurando tersura y devolviendo el volumen al rostro. Acciones marcadas en la flexibilidad y salud de la piel.

UREA: Sustancia humectante, emoliente, queratolítica y antipruriginosa que fortalece y repara la piel, exfolia suavemente, reduce los signos del envejecimiento cutáneo. Impide la fuga de agua de la piel.

SUERO LACTICO: Potente alimento nutricional proteolítico, que contribuye a mejorar las imperfecciones de la Epidermis. Promueve la renovación celular.

TEPEZCOHUITE: Propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, analgésicas, fungicidas y regenerativas por excelencia.

KAOLÍN: Polvo de arcilla que facilita la penetración de principios activos, además de favorecer la absorción de impurezas, toxinas y detritus que se generan en la piel. Exfoliante con acción de minimizar el aspectos de poros dilatados, alivia la irritació

BENTONITA: Arcilla con propiedades antibióticas, debido al gran contenido mineral que posee. Limpia, exfolia, vigoriza la Epidermis. Especialmente indicada en procesos como acné, psoriasis, dermatitis, rosácea, etc.